viernes, 1 de enero de 2016

NOS RESISTIMOS A LOS RESULTADOS DEL 20 DE DICIEMBRE


*Imagen de Paco Moro del diario Cordópolis.


             Evidentemente si evaluamos los comicios del pasado día 20 de diciembre, como el resultado de la voluntad popular, como si ello se tratara de un resultado aséptico salido de una urna de aislamiento, donde no han existido factores sociales, políticos y económicos, donde no existen unos principios preponderantes en esta sociedad, no alcanzaremos a detectar lo que realmente está ocurriendo en la sociedad española.

            Existen principios aceptados como axiomas matemáticos indiscutibles y ni que decir tiene, que el término etimológico de democracia no responde a la realidad social que lo pario. El Gobierno del Pueblo no es precisamente lo que existía en Grecia, donde en aquellos entonces, existían castas, que en la profundización de la evolución social se transformarían en clases, existían los ciudadanos y los esclavos. Por supuesto los esclavos no contaban, ni opinaban y ni por aproximación tenían el privilegio de elegir, es decir, carecían de todo tipo de libertades, mientras los ciudadanos eran aquellos habitantes de la cosmopolis y de las clases privilegiadas que entre otros muchos tenían el derecho al voto. Por lo tanto, el término democracia está mal acuñado, puesto que corresponde sólo aquellas clases o castas privilegiadas que tenían derecho al voto y no al común de los mortales. 

Dicho esto y traducido a los datos y resultados electorales de este País, habría mucho que discutir sobre cuál es el concepto de democracia que existe en España y sin entrar, de momento, en profundidades y basándonos en los resultados. Habría que discutir si sobre un censo de 36.510.952 electores, 7.215.530, votantes del Partido Popular, es decir, 19,79 % de la población tiene derecho a imponer a una sociedad con más de 44 millones de habitantes. Estos poco más de 7 millones de españoles son los tienen las concepciones vitales tan claras, como para someternos al resto de los españoles a vivir en un País cuyo Gobierno, elegido por ellos, tiene un fraude fiscal de más 80.000 millones de euros al año y que el 72% lo generan las grandes fortunas y grandes empresas.  Un País donde a finales del 2012 las 35 multinacionales españolas del IBEX 35, tenían 467 empresas en paraísos fiscales, y el capital evadido se estima en 1 billón 22.000 millones de euros, igual al Producto Interior Bruto español. Los 15.000 millones de morosidad, publicados después de las elecciones generales por el Ministro Montoro, son una pequeña muestra no del fraude sino de la morosidad. Morosidad que permiten a empresarios como Rafael Gómez (Sandokan) deber 192 millones de euros a la hacienda pública y pasear tranquilamente por Córdoba, sin temor a ser detenido y encarcelado. Un País con 1.700 causas de corrupción abiertas, con sólo 500 imputados y solo 20 en la cárcel, donde la corrupción llega al tuétano del partido más votado, en esta democracia española. El suma y sigue de ese País votado y generado por este sector de la población debería saber que la corrupción, es decir, que lo que se roba por parte de quién puede, de las arcas del estado asciende a más de 48.000 millones de euros. Un País donde dos jueces, de la audiencia nacional, que han destacado por su persecución contra la corrupción,  están fuera de judicatura.

Si nos damos cuenta, ya existen dos grandes déficit en esta mal llamada democracia, uno que el 19,79 % de la población de electores tiene transferidas facultades y legitimidades según la legislación para iniciar la formación del Gobierno de la Nación y otra son los contenidos de esa democracia. Bueno las atrocidades mayores del mundo, y los crímenes mayores, se han realizado bajo el paraguas del término democracia, en la Alemania NAZI, Hitler obtuvo el poder mediante el sufragio universal y con mayoría absoluta, lo mismo le ocurre a los Estados Unidos de Norteamérica, que aún hoy después de bombardear medio mundo en busca del dominio energético, político y militar, todavía son los campeones de la democracia y de los derechos humanos. Pero en este caso quién tiene la facultad de imponer, no aguanta los parámetros matemáticos de la mayoría, es decir, es una formula, para disponiendo de una minoría poder pisotear a la mayoría, el sistema es aún más perverso.

Pero si fijamos los parámetros en contenidos, hay necesariamente que hablar de valores, y entonces diremos que hay un sector importante en la población, no mayoritario, que ve con buenos ojos que se robe la recaudación que el Estado hace sobre los ciudadanos, que defraude la aportación legal al estado por parte de los pudientes, que se recorten los derechos más elementales para amplios sectores de la población más necesitada de este País, como las pensiones, la sanidad, la dependencia, la medicación (copago), la enseñanza,  los servicios municipales, la libertad de expresión y de reunión, así como la libertad de huelga. Por cierto muchos de estos servicios públicos esenciales para la comunidad en manos de las multinacionales españolas que sustentan el actual régimen de corrupción y estafa a su población que representan todas las instituciones del Estado Español. 

Este segundo parámetro, que se basa en los valores reales que sustentan a una sociedad, tiene una raíz cultural y por supuesto política mucho más profunda. Parece que lo de las comisiones del Sr. Pujol al 3%, es nuevo en este País. Los que hemos ido a la mili, todavía nos acordamos lo que pasaba en las cocinas de los cuarteles durante la dictadura y la transición, a ¿Cómo se trabajaba?, es decir, esta permisibilidad sobre la corrupción organizada tiene su origen en una dictadura que transmite a sus adscritos la idea de qué forman parte de una clase privilegiada que entre otras tiene el derecho a disponer y expoliar los bienes del Estado como si de propios fueran y para ello si es necesario basarse en argucias legales, pues para eso está el Gobierno para crear esas leyes, y la de amnistía fiscal, etc… y como tampoco hay jueces que realmente persigan el gran fraude. ¿Cómo alguien con una carrera consolidada y que vive perfectamente integrado en el régimen se va a enfrentar a los poderes que dominan las instituciones, el ejército, las fuerzas de seguridad, y la economía?, pues faltaba más. La única independencia de la judicatura por lo menos que por esta parte se conoce es la de hacer esperar durante años una pequeña reclamación de cantidad de los trabajadores, la de esperar el fallo de sentencias sobre despidos durante años, y el de llamar la atención maleducadamente a trabajadores en las salas de vista, bueno esto es capitulo, aparte y prohibitivo para esta democracia la simple discrepancia de lo que pasa con la justicia en España. La simple critica o valoración de sus decisiones puede significar un desacato a su autoridad, lógicamente penado. Pero sería muy ilustrativo para la ciudadanía y los trabajadores que describiéramos, como muestra, una decena de casos en los que nuestro sindicato C.T.A. nos vemos envueltos y cómo está actuando la “justicia” de este País.

Pero basándonos una vez más, simplemente en los datos y en el principio constitucional de que todos los españoles somos iguales ante la ley, demuestran una vez más que las leyes españolas no tienen consistencia ni tan siquiera para mantener la legalidad de la constitución española. Dicho sea de paso que dicha constitución no está basada en un proceso constituyente democrático puesto que 50 de los 350 diputados que conforman el parlamento constituyente español del actual régimen, fueron elegidos por designación del Rey, es decir, que la monarquía se reservó su cuota de poder directo, no a través de los partidos constituyentes en aquel momento, evidentemente, había y hoy no nos equivocamos si lo afirmamos una democracia secuestrada. Pero volvemos al principio constitucional de iguales ante la ley. Si sumamos los votos válidamente emitidos, es decir, 25.349.824 más los blancos 187.766, es decir, un total de 25.537.590 votos divididos por 350 escaños, el escaño en el Congreso de los Diputados debería de valer a 72.964 votos, si los españoles fuésemos iguales ante la ley... Pero al P.P. el diputado le vale a 58.662 votos, al PSOE  61.452 votos, a PODEMOS  75.207 votos, a Ciudadanos  87.500 votos y a I.U.-U.P. a 461.552 votos el diputado, y todo ello debido al sistema de circunscripciones electorales por provincias y a la asignación de los restos a nivel provincial, despreciando la suma de los mismos a nivel estatal o nacional. Lo cual hace que por ejemplo con el sistema realmente proporcional el P.P. obtendría 99 diputados, el PSOE 75 diputados, 71 PODEMOS, e I.U.-U.P. 13 diputados. La conclusión es el que el sistema electoral español es tan fraude como cuando en el campo andaluz para recoger la naranja el empresario que quiera cumplir el convenio tiene que pagarla a 12 pesetas el kg y la están pagando a 3 pesetas. Es el mismo tipo de estafa, basado en el desprecio a los principios matemáticos.

Lo lamentable de todo esto, si analizamos las repercusiones que tuvieron todos los recortes y contrarreformas laborales, legisladas por el partido campeón, el Partido Popular y también por su alternativa el Partido Socialista Obrero Español, es que todas las acciones emprendidas por el capital y que la historia, si es objetiva, las rebautizará con el nombre del quinquenio negro. Han tenido una respuesta social de movilizaciones ante la injusticia de forma muy desconfigurada, y desorganizada, un poco como la guerra de Napoleón pero realmente sin guerra. No son los trabajadores de las fábricas, de los sectores productivos o de servicios, las organizaciones obreras, los trabajadores públicos, los que se han movilizado, estos han estado atados y bien atados por los sindicatos representantes CC.OO. y U.G.T, y por los corporativistas y también por los que se llaman alternativos, una mala copia de los primeros. En septiembre del 2011 fuimos a una huelga general y la traición se escribió con la firma de la contrarreforma de las pensiones. En el 2012 después de la contrarreforma laboral de febrero, fuimos a la huelga el día 29 de marzo, pero el día 30 de marzo se pusieron en marcha los planes de ajustes en los Ayuntamientos y Comunidades Autónomas que han destruido más de medio millón de empleos fijos, directos y de calidad del Sector Público y se machacó las prestaciones por desempleo a los mayores de 52 años, bajándose la percepción de las cantidades a todos los demás, y después de la huelga nunca jamás se habló de esto. Sectores de la población no desde su medio económico productivo, organizados a pequeña escala en plataformas ciudadanas al margen de las organizaciones sindicales institucionalizadas, como estudiantes, mayores, asociaciones de vecinos y en Madrid la sanidad son los que se han movilizado. Las condiciones de vida de millones de habitantes de este País eran el caldo suficiente para haber generado una respuesta política y sindical que hubiera hecho cambiar la realidad socio política y económica del País por lo menos haberlo intentado. Necesariamente se tenía que haber instrumentalizado esta situación socio-política para construir una organización combativa contra el capitalismo que aspirara a cambiar las estructuras económicas, políticas e institucionales del País. Sin embargo, de eso es de lo que se ha huido. Se huye porque los llamados a dirigir ese movimiento son los que están integrados en el sistema, sindicalistas con sueldos de 70.000 euros al año y planes de pensiones millonarios y evidentemente, como no la autocrítica, por la falta de madurez y de compromiso político-sindical de miles de militantes de la izquierda que no estamos a las alturas de las circunstancias. Siempre pongo el mismo ejemplo, cuando el vaso está para rebosar, hay que preparar un trapo bien sequito, y recoger el agua derramada y tirarla a la cañería. Precisamente eso es lo que se han encargado en hacer el sistema económico capitalista que está instaurado en este País. El bipartidismo se ha desdoblado para convertirse en cuatripartidismo, en definitiva partitocracia, partiendo de una propaganda que se ha otorgado por los medios de persuasión del régimen a través de las encuestas que ellos mismos realizan. Ahora toda aquella inquietud social y la necesidad de cambio radical de las estructuras del País que llevan a que menos del 4% de la población tenga el control sobre todas las propiedades y que el 30 % este en la exclusión social o al borde la misma, es decir, tenga una renta per cápita inferior al 75% del salario base. Todo ese descontento ha sido reconducido y canalizado a la cloaca de la institucionalización, donde evidentemente, guerreros que nunca lo fueron, dándole el  beneficio de la duda están por descubrir, aunque muchos de ellos ya están descubiertos , se entregaran a la placidez palaciega, como ya se encargan los diputados de algunas de esas formaciones políticas en el parlamento andaluz y en muchos ayuntamientos, donde romper, las políticas de privatizaciones del P.P. y del PSOE es prohibitivo y trasgrede la ley, y claro ellos no se atreven.

Y no han dudado los medios de persuasión social, mal llamados medios de comunicación, fieles herederos de la censura y del instrumento informativo de la dictadura, eso sí adaptados a la revolución pos industrial, sobre todo en lo que se refiere a sacar grandes rendimientos económicos, con los cuales evidentemente están comprometidos y aliados con los grandes especuladores de la energía, las industrias y las nuevas tecnologías de la comunicación. Como digo, no tuvieron ningún pudor en elegirnos los representantes de las marcas blancas de P.P. y PSOE y además en darle todo el espacio necesario, para que a estas dos formaciones no se les escape ni un solo voto. Si nos fijamos en los resultados el incremento del porcentaje de votos se ha incrementado de un 71 a un 73,2, no ha existido una subida significativa de votantes, más bien un nuevo reparto de los votos, que si sumamos las cuatro formaciones no se les escapa ni un voto, ahora se trata de gestionar ese nuevo panorama, que está fuertemente consolidado, sobre los cimientos de la democracia que aquí hemos descrito, la democracia campeona en corrupción, en fraude electoral, en desigualdad, en injusticia legal y social.

Pero hay una idea, que no quisiera concluir sin que constara en este artículo. Si todos quieren cambiar, y todos se presentan bajo la pancarta del cambio. Por qué no se concreta y se habla de la realidad. Uds. piensan que puede existir un cambio, cuando sobre los productos alimenticios más básicos las grandes superficies, sobre los precios de coste incrementan unos beneficios de producción en muchos casos superiores al 200%, y en otros muchos incalculables, y que esos beneficios provienen del sistema de producción y recolección, tan difícil es por parte del Estado que se pueda poner un precio justo. Así de sencillo, tan difícil es que con nuestros ahorros, y nuestras nóminas en lugar de que la banca especule, nos estafe, por cierto, que todavía no hay ningún banquero metido en la cárcel y si los hay amnistiados por los socialistas y los antipopulares, jubilados con dinero público con millones de euros. Tengamos un banco estatal donde las operaciones a realizar sean dirigidas por el estado y sometidas a control público. 

Tan difícil es en la constitución española se fije que todos los trabajadores de este País tendrán derecho a exigir del Estado un Puesto de Trabajo a partir de los 16 años, el derecho y la obligación al trabajo, y que el Estado tiene la obligación de proporcionarlo y sino el disponer una renta que permita sobrevivir a los seres humanos.

Tan difícil es que el Estado Español tenga la facultad de exigir a las grandes empresas la creación de empleo en función de sus facturaciones y beneficios.

De esto no se habla, porque estas son las medidas encaminadas a cambiar la economía de este País, y eso es lo que todos estos agentes sociales, es decir, partitocracia defensores del capital, sindicatos defensores del capital y patronal defensora de la corrupción y la especulación, no están de acuerdo, incluidas todas las instituciones de este País. En definitiva quieren hacer desaparecer de la faz de la tierra la palabra comunismo, o de una economía dirigida por el Estado a favor del Pueblo. 

Todo se deriva a reformar una constitución que los que hoy tenemos hasta 55 años no hemos tenido ni tan siquiera la oportunidad de votar, somos ya tres generaciones de españolitos que nos hemos tragado un régimen monárquico, cuyo monarca es el Jefe del Estado y el General Jefe de las Fuerzas Armadas de este País, un régimen político hereditario, que consagra la economía libre de mercado, donde la justicia no existe y lo peor de todo donde no existe ni el derecho a sobrevivir con el trabajo, y por supuesto sólo existe libertad para consumir, ni siquiera para opinar libremente.

Hoy España ha perdido su soberanía nacional, bueno con Franco nunca la tubo, dependía directamente de la embajada norteamericana, pero nunca ha recuperado la soberanía nacional. Hoy España es más dependiente de los préstamos del capital, del imperio alemán y norteamericano, que cuba con su escasa economía suramericana de los Estados Unidos de América. Y no sé dónde se tendrá más, y quién tendrá más, pero seguro que su política hasta hace poco estaba basada en la dignidad y la nuestra en la corrupción.

El movimiento obrero de clase está por reconstruir y el cambio social también.

Viva la Clase Trabajadora Libre.

 

    Paco Moro
Militante de C.T.A., Coordinadora de Trabajadores de Andalucía y de la Federación Sindical de Clase.
                                                                     

                                           1 de enero de 2016
    


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