ALZA SALARIAL PARA 2022
Diciembre, mes de alegría para unos y de infelicidad para otros, en el tema laboral del Ecuador, es cuando se reúne el denominado Consejo Nacional del Trabajo y Salarios. Órgano de carácter consultivo y técnico del Ministerio del Trabajo.
Tiene una integración supuestamente tripartita, pues está conformado por representaciones de los empleadores, de los trabajadores y del Estado representado por el gobierno, de manera que una parte son los trabajadores y las otras dos partes son los empleadores privados y el empleador público.
Cada diciembre se reúnen empleadores y trabajadores para acordar el salario mínimo del año por iniciar, y como nunca se ponen de acuerdo, según la ley la decisión es tomada por el gobierno, que se constituye en juez y parte.
De acuerdo a lo establecido y acostumbrado, al no ponerse de acuerdo las dos partes, este diciembre del 2021, el presidente de la república, recordó su oferta de campaña, de que el salario mínimo durante su mandato de 4 años se incrementaría en 100 dólares y la más elemental lógica dice 25 dólares cada año.
Los trabajadores siempre pretendemos que el salario mínimo, sea el equivalente al menos a la canasta familiar, que se encuentra alrededor de los 720 dólares, en tanto los empleadores anualmente pretenden que no haya ningún incremento, incluso buscan argumentos para que se rebaje y no lo han podido hacer, solamente porque rebajar está constitucionalmente prohibido.
La ley económica fundamental del capitalismo es la ley de la plusvalía, lo que la burguesía denomina “ganancia”, es decir la ley de la explotación, de la apropiación de la mayor cantidad de trabajo ajeno, en detrimento de los derechos humanos y económicos de la clase obrera y de los trabajadores.
Es necesario partir de que solamente la fuerza de trabajo de la clase obrera es la única que produce plusvalía o nuevo valor y no las casas como lo afirmaba un trasnochado economista de la burguesía, de apellido Correa, que se apropió por una década de nuestro país. En este entendido, y la pandemia lo ha demostrado irrebatiblemente, que las máquinas y las fábricas sin trabajadores no producen un solo centavo, y que en el proceso productivo el capitalista se apropia de una parte del trabajo de cada uno de sus obreros, de manera que entre más trabajadores tenga, es posible de apropiarse de una mayor cantidad de trabajo ajeno y en consecuencia de dinero.
El otro elemento a considerarse es que con una población empobrecida, con unos salarios de miseria establecidos nada más que para la sobrevivencia, con una demanda solvente restringida, la producción no tiene ninguna posibilidad de ampliarse y por el contrario tiene el riesgo de verse obligada a su reducción, porque no hay quien compre, con lo cual se crean las condiciones para el surgimiento de una crisis de sobreproducción, hay demasiados productos y no hay quien los compre, no porque no los necesiten, sino porque no tienen poder adquisitivo, no tienen con qué comprar, fenómeno que es recurrente y cíclico durante toda la existencia del sistema capitalista, son las crisis de sobreproducción.
De manera que, la decisión del incremento salarial tomada por el gobierno, cuyos intereses son claramente del empresariado, más allá de que ayude un poco a los trabajadores de salario mínimo, no es tomada en función de los intereses de los trabajadores, sino en defensa y protección del sistema capitalista, de manera que no podemos llamarnos a engaño y creer que el gobierno de la burguesía está del lado de los trabajadores. Es necesario ir más allá de las apariencias y auscultar el funcionamiento del sistema, el funcionamiento de la economía capitalista y realizar el análisis desde una posición de clase.
Por otra parte, una vez más se ha demostrado, la existencia injustificable de ese organismo denominado Consejo Nacional del Trabajo y Salarios, que en la práctica nunca ha resuelto nada, y solamente crea la ilusión de un diálogo entre trabajadores y empleadores y la falsedad de que puedan llegar a acuerdos, porque en tanto los unos buscan más para acumular, los otros pretenden lo necesario para sobrevivir. Solamente podrá haber acuerdos el momento que una de las dos partes traicione a los suyos, y al menos la burguesía no lo va a hacer.
Este incremento no puede hacernos bajar la guardia y debemos estar atentos a un conjunto de leyes que están por presentarse debatirse y aprobarse, con las cuales se pretenderá, compensar a la burguesía por el incremento de los 25 dólares, de manera particular mediante la legislación laboral que se pretende implementar, para lo cual se han establecido ya acuerdos bajo la mesa, que se evidencian en el comportamiento diario en la Asamblea Nacional, entre los asambleístas del gobierno y los del partido de asociación ilícita, cuyos reos comienzan a salir en libertad. Ricardo Rivera, tío del expresidente Jorge Glas encarcelado, sale de prisión al régimen semiabierto, después de recibir millones de dólares por corrupción, y sin devolver un solo dólar, sale por “buen comportamiento” a disfrutar de la fortuna mal adquirida por asociación ilícita.
Indigna, pero es legal, porque así lo establecen las leyes elaboradas por la burguesía y sus sirvientes, para proteger a la delincuencia de cuello blanco, por eso es que no debemos pelear solo por lo legal, sino por lo realmente justo. Nuestra lucha tiene que ir más allá de lo legal, y es el enfrentamiento en contra del sistema de explotación, que no puede arreglarse con simples reformas legales, que no puede arreglase mediante el diálogo, sino por la trasformación radical del sistema, por un sistema de verdadera democracia, entendida como el gobierno de la mayoría, esto es el gobierno de los trabajadores.
Lisímaco Velasco
27/12/2021