La Federación Sindical Mundial, en representación de 105 millones de trabajadores en 132 países, expresa su solidaridad con las y los trabajadores y el pueblo de Bielorrusia, que se encuentran en medio de un conflicto intraimperialista desde las elecciones del 9 de agosto, cuando el presidente Alexander Lukashenko recibió más de 80 por ciento de los votos pero la oposición se quejó de fraude.
Para el movimiento sindical clasista mundial, está claro que los acontecimientos en Bielorrusia están vinculados a fuertes competencias en la región, entre EE.UU.-UE-OTAN por un lado y Rusia por el otro. Ambos “campos” tienen grandes intereses económicos y geopolíticos para aumentar su control e influencia en Bielorrusia.
También está claro que los trabajadores, los estratos populares pobres, no tienen interés en alinearse detrás de estos grupos de interés para mejorar sus condiciones de trabajo y de vida. Ya sea que el petróleo provenga de Estados Unidos o Rusia, una gran parte de la población no podrá cubrir sus necesidades en calefacción, ya sea que Bielorrusia exporte productos a Rusia o la UE, habrá una parte de su población que no podrá para cubrir las necesidades nutricionales básicas, etc.
La actitud de los dirigentes sindicales amarillos a nivel mundial y europeo es hipócrita y peligrosa, llamando a los trabajadores a “protestar” con demandas supuestamente democráticas e independentistas, para servir a los intereses de los monopolios estadounidenses y europeos. Utilizan la justa indignación de los trabajadores para convertir su espíritu militante en posturas que son inocuas para el sistema existente. Los dirigentes sindicales amarillos reafirman una vez más que ladran por los intereses de los capitalistas.
Hacemos un llamado a los trabajadores de Bielorrusia para que luchen por sus derechos de manera organizada y decidida, por la mejora sustancial de sus condiciones de vida y de trabajo, contra las fuerzas y mecanismos que los involucran en competencias por los intereses de los monopolios. Luchar por su derecho democrático a decidir por sí mismos, libre y democráticamente sobre su presente y futuro, en lugar de la OTAN y sus instrumentos. Esta es una posición permanente del movimiento sindical de clase y puede dar una salida a favor de los trabajadores.
El Secretariado
http://www.wftucentral.org/la-fsm-sobre-los-acontecimientos-en-bielorrusia/?lang=es
La situación de los trabajadores de la Industria Auxiliar del Metal en la Bahía de Cádiz lleva años siendo de precariedad absoluta, de inestabilidad y de deficiencias en cuanto a prevención de riesgos laborales. La empresa “pública” Navantia mantiene una plantilla mínima y el Comité de Empresa abandona a su suerte a los trabajadores de “las subcontratas” que son mayoría y son los que realmente sacan adelante los contratos de Navantia pero no disfrutan de las mismas condiciones laborales que “los de la casa” y demasiadas veces sufren la vulneración de su convenio (Convenio del Metal de la Bahía de Cádiz). A todo esto, hay que sumarle la continua inseguridad sobre su futuro próximo, la ausencia de una apuesta estatal en firme por conseguir los contratos para la industria naval especializada y de calidad que fue y podría seguir siendo la bahía gaditana. Para colmo, hay que soportar la existencia de “listas negras” circulando entre las empresas auxiliares, incluso fomentada por la propia Navantia, que les impide a algunos trabajadores “destacados” por exigir sus mínimos derechos el acceso al escaso y precario empleo que pueda surgir en su tierra y que en muchos casos ha obligado a largos y continuados periodos de migración, incluso al extranjero.
