jueves, 17 de marzo de 2016

4 de Abril, Día Internacional de Acción Contra las Privatizaciones

La Federación Sindical de Clase, FSC, se hace eco y llama a la participación de la clase obrera y los sectores populares en la jornada de acción de la Federación Sindical Mundial, FSM, el día 4 de Abril, Día Internacional Contra las Privatizaciones, cuya convocatoria podeis ver en la web de la FSM; http://www.wftucentral.org/tui-psa-4th-of-april-2016-international-action-day-against-privatizations/
Para la FSC, Privatizar es robar.

Los medios de producción son de carácter social y no pueden pertenecer a nadie privadamente. Las privatizaciones ponen de manifiesto un claro enfoque ideológico que sustenta una economía neoliberal que beneficia solamente a un puñado de corporaciones transnacionales.
Estamos padeciendo un terrible cáncer: inexorablemente, poco a poco, los servicios esenciales para la comunidad están siendo enajenados, una manifestación más de lo que ocurre a escala internacional. La sanidad, la educación, la gestión del empleo, el control de los gobiernos municipales están siendo transferidos a manos privadas. Es decir, a una parte significativa de todos nosotros se le está poniendo precio y, por tanto, con ello, se nos veda el libre acceso al bienestar y al desarrollo. Karl Marx describió muy bien esta situación: “(...) el hombre que no posea otra propiedad que su propia fuerza de trabajo, en cualesquiera situaciones sociales y culturales, tiene que ser el esclavo de los otros hombres, de los que se han hecho con la propiedad de las condiciones objetivas del trabajo. Sólo puede trabajar con el permiso de éstos, es decir: sólo puede vivir con su permiso”.
Basta analizar el progresivo deterioro de los servicios públicos para ratificar lo dicho. Es una realidad el incremento imparable de la subcontratación de servicios y la transformación constante de organismos públicos en entidades privadas. Es una realidad, como consecuencia de lo anterior, el intolerable modelo de relaciones laborales que se está fomentando; son criminales la precariedad y la temporalidad en la contratación. Y las administraciones son culpables de los accidentes que aquéllas generan y culpables de jugar con las vidas y la dignidad de los trabajadores. No se puede desarrollar una vida humana en situaciones de pseudo-esclavitud laboral. Todo ello, además, se agudiza si consideramos la importante pérdida de poder adquisitivo, originada por la vergonzosa política de moderación salarial, y  la destrucción progresiva de los derechos laborales. Hay que sumar, también, la repugnante proliferación de las ETT, de las fundaciones, de ONG y de contratas de servicios. Todo ello para enriquecerse con el trabajo ajeno. A costa del trabajo, de la contribución, de la salud y del esfuerzo de todos se está enriqueciendo a una minoría. Es sumamente doloroso, además, que todo lo dicho se realice con la connivencia y la bendición de los dirigentes de los principales sindicatos, auténticos traidores a la clase obrera.
Los servicios públicos son indispensables para una vida digna de la clase obrera y los sectores populares de la sociedad. El acceso a ellos es un derecho humano universal e inalienable. La privatización supone un empeoramiento en el nivel y calidad del empleo, de las condiciones laborales, transformando puestos fijos en temporales, una utilización masiva de la subcontratación y pérdidas de puestos de trabajo. Se reduce el poder de negociación de los sindicatos, que contribuye, aún más, al deterioro de las condiciones laborales. No se garantiza el acceso universal, ya que aumentan el precio de los servicios. El Estado no ahorra costes, ya que tiene que hacer frente a los costes del desempleo de los despidos. Crece la influencia del sector privado sobre las administraciones locales. Disminuye el nivel de productividad y de I+D después de la privatización. Los usuarios no están satisfechos y exigen una mayor participación estatal. Los servicios gestionados por las administraciones locales pasan a ser controlados por empresas transnacionales, que desconocen las necesidades de las comunidades locales. El empresario privado y el político corrupto son  los únicos que salen beneficiados.
Todo ese latrocinio del trabajo ajeno se desarrolla bajo el amparo del paraguas democrático; de esta forma, el concepto de democracia viene a convertirse en “retórica capitalista” que, como tal, está destinada a persuadir y a legitimar  el enriquecimiento de una minoría mediante el robo descarado y la explotación del trabajo y de las necesidades de la clase obrera y los sectores populares de la sociedad; la democracia se constituye así en el equivalente superestructural que se repite a lo largo de la historia, para justificar la alienación del hombre por el hombre. Pero la clase trabajadora está obligada a tomar en sus manos esas riquezas y fuerzas productivas, para conseguir que sean aprovechadas en beneficio de toda la sociedad y no, como hoy, en el de una clase monopolista.
Los sindicalistas inmersos e integrados en las masas trabajadoras tenemos mucho que decir ante las agresiones capitalistas; porque creemos y luchamos por la prosperidad de todos, buscando el bienestar social muy por encima del privado, porque luchamos contra el oportunismo y los ladrones capitalistas y defendemos lo público hasta el fin. El sindicalismo de clase es sinónimo de ética de la resistencia y de la lucha y, como tal, se niega con todas las fuerzas a equiparar al ser humano con una mercancía.
Por tanto, ante el capitalismo y sus zarpazos, en el mundo aún hay alternativa, aún queda la esperanza.
Las organizaciones integrantes de la FSC promoveran la difusión de esta jornada de acción, sus razones y objetivos, por todos los medios a su alcance. Repartos de octavillas, concentraciones, manifestación o actos públicos serán promovidos, en función de las capacidades, para difundir, extender y reivindicar la necesidad de unos servicios públicos al servicio de la mayoría obrera y popular, alejados de fines económicos y clientelistas.

¡Trabajador, trabajadora!, te llamamos a posicionarte en contra de estas prácticas.

A 7 de Marzo de 2016

El Comité Federal de la FSC.





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