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La Lucha de la Clase Obrera, el único camino |
JLG (CSU-Extremadura)
El origen teórico – Renta Básica Universal
Esta propuesta surge de elementos de la autodenominada
“intelectualidad”, filósofos, académicos, etc. Provenientes de lo que
podría considerarse como “posmodernismo”, corriente ideológica que
experimentó un especial impulso a raíz de los procesos
contrarrevolucionarios en el Este de Europa y que en general ensalza lo
individual frente a lo colectivo, sustenta lo que se teorizó como “el
fin de la Historia”, es decir, la asunción del sistema capitalista como
algo definitivo e inmutable. También la superación del concepto de
clases sociales y por lo tanto de la lucha de clases, la desaparición de
la Clase Obrera y la sustitución de estos conceptos por los de
“multitud”, “gente” o “ciudadanía”. Algo que políticamente se
materializó en España fundamentalmente, aunque no exclusivamente, en
movimientos pequeño-burgueses “ciudadanistas” como el llamado 15 M que a
su vez derivó en Podemos.
Este concepto de Renta Básica Universal, según definición de sus propios promotores, consiste en:
“La renta básica universal (RB) o ingreso ciudadano (IC) es un
ingreso pagado por el estado, como derecho de ciudadanía, a cada miembro
de pleno derecho o residente de la sociedad incluso si no quiere
trabajar de forma remunerada, sin tomar en consideración si es rico o
pobre o, dicho de otra forma, independientemente de cuáles puedan ser
las otras posibles fuentes de renta, y sin importar con quién conviva”
Como vemos, el concepto en sí mismo obvia la existencia de clases
sociales, sus condiciones de vida y las contradicciones entre estas.
Pero detrás de esto hay además concepciones verdaderamente perversas e
indecentes.
Ellos realmente le están “solicitando” a las oligarquías, a las
multinacionales de los “países desarrollados”, es decir, del Centro
Imperialista, que sean “buenos” y “generosos” y que repartan entre sus
“ciudadanos” por igual, una parte del botín extraído de la explotación y
el saqueo de los pueblos de los países dependientes. Explotación y
saqueo que se garantiza mediante el genocidio de estos pueblos si es
necesario y que provocan las hambrunas y conflictos armados en el mundo.
Esto es lo que proponen estos “bienpensantes” y “caritativos”
intelectualoides burgueses. Y ellos son perfectamente conscientes de
esto. Otra cosa son aquellos individuos con buena fe, con sensibilidad
social, pero que han involucionado desde la ideología social clasista,
desde el análisis científico de la Historia y de la realidad social,
hasta este engendro idealista “ciudadanista”, producto, en muchos casos,
de su propia derrota ideológica personal.
La realidad – Renta Básica de Inserción
Lo que realmente se aplica en la práctica, con variaciones según la comunidad autónoma, es la llamada “Renta Básica de Inserción”, que no es más que un ínfimo subsidio de supervivencia aplicable teóricamente a casos extremos de exclusión social.
Esto, que no es nada nuevo, se aplica, no por ninguna “sensibilidad
social” de las administraciones ni, por desgracia, tampoco es resultado
de la movilización masiva de los sectores de la clase trabajadora
afectados. El Régimen intenta evitar conflictos sociales y contra la
sacrosanta propiedad, derivados de la situación de desesperación de
sectores cada vez mas amplios de la sociedad. El objetivo real es el
“adormecimiento” de estos sectores y su neutralización en la Lucha de
Clases.
La llamada “Renta Básica de Inserción” no es mas que un
ridículo sucedáneo de subsidio social que solo llega a una mínima parte
de trabajadores desempleados sin prestación ni subsidio de desempleo y
cuya implementación es confusa, arbitraria y subjetiva, dependiendo los
criterios para su adjudicación de cada administración autonómica y
local y de los fondos disponibles.
Por si fuera poco, en muchos casos tanto desde la Seguridad Social como
de Hacienda se permiten embargar sin ningún escrúpulo este supuesto
subsidio, a pesar de que está expresamente prohibido por ley. Es un caso
más de esa prevaricación impune bastante generalizada en los distintos
aparatos del Estado en este país.
En otros casos, a los perceptores de esta “Renta” se les obliga a
trabajar en instituciones públicas sin ninguna remuneración adicional.
Realizan el mismo trabajo que el resto de trabajadores del servicio pero
percibiendo la mitad de la remuneración.
La propuesta desde una perspectiva Clasista
La reivindicación desde el Sindicalismo de Clase y en general desde lo que se conoce como Movimiento Obrero ha sido, desde sus orígenes, invariablemente la misma: TRABAJO. Porque el trabajo no es ni un privilegio ni una concesión. Es un DERECHO, y como tal debe exigirse su cumplimiento.
No admitimos que el desempleo sea una fatalidad inevitable ni algo que pueda considerarse “natural”. El desempleo es consecuencia directa e inevitable de la propiedad privada de los medios de producción.
Los propietarios privados de estos medios se guían exclusivamente por
su ambición de seguir enriqueciéndose a cualquier coste. Es más,
necesitan una cantidad mínima de desempleo estructural para que,
mediante la competencia entre los trabajadores, los costes de mano de
obra se mantengan lo más bajos posibles.
La obtención de beneficios (plusvalía) es lo único que guía a los
poseedores de los medios de producción, pero de una manera hasta cierto
punto inconexa, anárquica. Esta falta de planificación de la economía es
lo que provoca las Crisis Económicas que tan graves consecuencias
tienen para los trabajadores. Por lo tanto, la aspiración estratégica
del Sindicalismo de Clase es la Propiedad Social de los Medios de Producción como condición imprescindible para la consecución del pleno empleo para todos los trabajadores.
Pero, mientras tanto, debemos trabajar por mejorar las condiciones de vida y de trabajo de la Clase Obrera. Debemos EXIGIR trabajo a los responsables de los distintos gobiernos. Planes de Trabajo Público de aplicación inmediata a través de las distintas administraciones. Planes como el extinto “Empleo Comunitario”
para los trabajadores agrícolas, a través del cual se le garantizaban
16 días de trabajo mensuales en los ayuntamientos a todos los obreros
agrícolas, remunerados conforme al correspondiente Convenio Colectivo
del Campo. Este sistema fue liquidado en 1984 con la colaboración
necesaria de esas instituciones corruptas autodenominadas “sindicatos
mayoritarios”.
Se sustituyó por un sistema asistencial llamado PER y ahora AEPSA, que
generó los mismos problemas de perversión, corrupción e injusticias que
la llamada “renta básica de inserción”.
Con este sistema se “pervirtió” la conciencia de clase de gran parte de
jornaleros, se les desorganizó y se consiguió su adaptación a una vida
asistencial, miserable pero cómoda. Fue el principio del fin del
Movimiento Jornalero en Extremadura y Andalucía. Estos mismos fines se
persigue con la llamada “renta básica” sobre todo entre los jóvenes.
Por lo tanto y resumiendo, desde el Sindicalismo de Clase la posición debe ser:
- Rechazo absoluto de la Renta Básica Universal por reprobable e indecente, además de idealista e inviable.
-
Rechazo de la llamada “Renta Básica de Inserción” por ínfima,
insuficiente, de aplicación subjetiva, arbitraria y abusiva y por
generar la adaptación, adormecimiento y desorganización de los
trabajadores.
- Exigencia de Trabajo como Derecho inalienable de todos los trabajadores.
- Exigencia de Planes de Empleo Público para desempleados ejecutados de forma inmediata por las distintas administraciones.
-
En última instancia, implantación de un Subsidio de Desempleo DIGNO
para todos aquellos trabajadores a los que no se les garantice un
empleo.
http://www.csuextremadura.net/2016/02/las-rentas-basicas.html