24F:
CONCENTRACIÓN EN CÁDIZ CONTRA LOS RECORTES EN LAS PENSIONES
¡NO AL
PACTO DE TOLEDO! ¡PENSIONES PÚBLICAS DIGNAS!
Esta concentración se enmarca en el
llamamiento realizado por las Marchas de la Dignidad 22M a nivel
estatal. Un llamamiento al conjunto de la movilización contra los
recortes socio-laborales, pues los ataques a las pensiones no pueden
desligarse de las continuas reformas laborales que han extendido la
precariedad a millones de personas, del copago de los medicamentos,
de la destrucción de los servicios públicos, de los desahucios, de
la escandalosa subida de la luz, etc.
Dicen que aumenta la proporción de
pensionistas, pero porque no se cubren las plazas que ellos dejan
libres. La Seguridad Social recauda menos porque disminuye la
cotización de la clase trabajadora debido a la altísima precariedad
en el empleo como consecuencia de las sucesivas reformas laborales. A
lo que se añade que la patronal paga cada vez menos aunque
gane más, por la “disminución en la cotización” que se aplica
como “estímulo a la creación de empleo”. Para colmo, están
vaciando el Fondo de Reserva de la Seguridad Social que pertenece a
la clase obrera, llegando a utilizarlo en operaciones de emisión de
deuda.
Las condiciones de vida de jubilados y
pensionistas se han deteriorado gravemente en las dos últimas
décadas, a raíz del Pacto de Toledo suscrito por la patronal, los
grupos parlamentarios y CCOO y UGT. Dicho Pacto exime al Estado de su
responsabilidad en el pago de las pensiones y abre vía a los fondos
de pensiones. Pero la situación de pobreza no afecta sólo a los
pensionistas: algo más del 34% de los hogares españoles sobreviven
exclusivamente con los ingresos de una pensión. En la provincia de
Cádiz este porcentaje prácticamente se multiplica por dos.
Por eso, el ataque a las pensiones no solo
afecta directamente a “los mayores”. Es algo que incumbe en
primer lugar a la juventud más precarizada y empobrecida.
La exigencia inmediata debe ser la derogación
de las reformas de las pensiones,
del Pacto de Toledo
y el requerimiento de que todo el sistema
de pensiones esté garantizado
por los Presupuestos Generales del Estado.
Y no es que falte dinero público. ¿De dónde han salido los
centenares de miles de millones puestos a disposición de la banca y
las grandes empresas, los rescates de autopistas y aeropuertos
fantasmas? Y qué decir de las escandalosas reducciones de impuestos
a las rentas más altas, las SICAV, las amnistías fiscales, las
enormes evasiones fiscales, los desmesurados gastos militares al
servicio de la agresión de otros pueblos.
Por eso desde las Marchas de la Dignidad
planteamos que tanto en las luchas por mejorar las pensiones como en
todas las relativas a los servicios públicos y a los derechos
socio-laborales, es imprescindible tener siempre presente el ¡NO
AL PAGO DE LA DEUDA! y la negativa
a cumplir los objetivos de
Déficit impuestos por la UE y el FMI.
Es imposible vivir dignamente dentro del marco jurídico-político de
la Unión Europea y del Euro.
Llevamos años de protestas y movilizaciones. Y la conclusión
es clara: si bien las luchas por mejoras concretas son legítimas e
indispensables, lo fundamental es incrementar la organización y el
poder del pueblo para una tarea cada vez más indispensable: destruir
el capitalismo como sistema social para poner la riqueza y el poder
en manos del pueblo. Es más: solo teniendo en cuenta esta
perspectiva y unificando las diferentes luchas es como obtendremos
mayores reivindicaciones parciales en el día a día.
Viernes 24 de febrero a las 19:00h, Plaza
Fragela
¡NO
AL PACTO DE TOLEDO! ¡PENSIONES PÚBLICAS DIGNAS!
¡DEROGACIÓN
DE LAS REFORMAS LABORALES. AMNISTÍA
Y LIBERTAD DE EXPRESIÓN!
¡NO AL PAGO DE
LA DEUDA!
Las reformas laborales -que han extendido la
precariedad a millones de personas-, los recortes de las pensiones,
el copago de los medicamentos, la destrucción de los servicios
públicos, los desahucios, la escandalosa subida de la luz, etc., son
medidas criminales contra la clase obrera que van destruyendo
nuestras condiciones de trabajo y de vida.
Sabemos que ahora son las pensiones las que
están en el punto de mira: dicen que son “insostenibles”, que
los trabajadores somos los responsables, que el problema es que
vivimos demasiado y que hay muchos más jubilados que activos... ¿Qué
hay de verdad en eso?
Es verdad que aumenta
la proporción de pensionistas, pero
porque no se cubren las plazas que
ellos dejan libres. Por ejemplo en
todas las administraciones públicas, incluidas educación y sanidad,
sólo se cubre una de cada 10 bajas por jubilación. Pero, sobre
todo, ¿por qué la Seguridad Social (SS) recauda cada vez menos?
La causa fundamental es que la
clase trabajadora cotiza menos debido a la altísima precariedad en
el empleo como consecuencia de las sucesivas reformas laborales:
salarios bajísimos, contratos a tiempo parcial, economía sumergida,
falsos autónomos, etc. Así, aunque se crea empleo (basura, claro),
caen en picado las cotizaciones por ocupado.
La patronal paga cada vez menos aunque gane más, por las
bonificaciones (disminución en su cotización) que los
sucesivos gobiernos le aplican como “estímulo a la creación de
empleo”. Esta significativa bajada de ingresos, lejos de ser
remediada en sus causas fundamentales, ha llevado a los últimos
gobiernos a vaciar el Fondo de Reserva de la Seguridad Social que
pertenece a la clase obrera. En los últimos años ha pasado de tener
65.401 millones de euros a 15. 676.
¿Cuál es la situación de jubilados y
pensionistas? Sus condiciones de vida se han deteriorado gravemente
en las dos últimas décadas, a raíz del Pacto de Toledo suscrito
por la patronal, los grupos parlamentarios y CCOO y UGT.
Dicho Pacto exime al Estado de su responsabilidad en el pago de las
pensiones y abre vía a los fondos de pensiones, que para más
escarnio, desgravan impuestos y de cuya gestión participan CCOO y
UGT. Desde entonces, entre otras cosas, se ha aumentando de 8 a 15
años el periodo de cálculo reduciendo sensiblemente los ingresos,
ha pasado de 35 a 37 años el tiempo de cotización necesario para
percibir el 100% de la pensión y se ha retrasado la edad de
jubilación desde los 65 a los 67 años.
La mayor parte de los pensionistas viven en
condiciones de gran pobreza. Dos tercios de los más de 8 millones y
medio de pensionistas tienen pensiones de menos de 1.000 euros. De
ellos, el 40% (2,6 millones) no llegan a los 600 euros. La injusticia
es más flagrante para las mujeres: su pensión mensual promedio es
inferior a la de los hombres en 421 euros.
Esta situación no afecta sólo a los
pensionistas: algo más del 34% de los hogares sobreviven
exclusivamente con los ingresos de una pensión.
¿Qué debemos exigir? La exigencia
inmediata debe ser la derogación de las reformas de las pensiones,
el rechazo del Pacto de Toledo y el requerimiento de que todo el
sistema de pensiones (pensión
mínima de 1.080 euros) esté
garantizado por los Presupuestos Generales del Estado.
Esta reivindicación es perfectamente
factible desde el punto de vista
económico. ¿De dónde, sino del dinero público, han salido los
centenares de miles de millones puestos a disposición de la banca,
de las grandes empresas, los rescates de autopistas y aeropuertos
fantasmas, etc? ¿Dónde van las escandalosas reducciones de
impuestos a las rentas más altas, las SICAV, las amnistías
fiscales, las enormes evasiones fiscales impunes, los desmesurados
gastos militares al servicio de las guerras imperialistas, sino a las
mismas manos privadas del gran capital? El dato más demoledor es que
la productividad por persona ocupada, en el Estado español, entre
1976 y 2015 ha crecido un 61%. ¿Dónde ha ido esa riqueza producida
por la clase obrera? La respuesta la conocemos: el capital se ha
apropiado de su inmensa mayoría.
Desde las Marchas de la Dignidad, al tiempo
que nos sumamos decididamente a todas las luchas por mejorar las
pensiones, planteamos que en este caso, al igual que en todos los
relativos a los servicios públicos y a los derechos socio-laborales,
es imprescindible negarse al pago de la Deuda y a los objetivos de
Déficit impuestos por la UE y el FMI.
Denunciamos a todas las fuerzas institucionales por ocultarlo y
afirmamos que es imposible tener soberanía política y vivir
dignamente dentro del marco jurídico-político de la Unión Europea
y del Euro. No hay más salida compatible con la soberanía del
pueblo que prepararse para luchar contra una Troika, que encarna los
intereses del gran capital.
Las Marchas de la Dignidad plantean a la
clase obrera y al pueblo trabajador que, si bien las luchas por
mejoras concretas son legítimas e indispensables, lo fundamental es
incrementar la organización y el poder del pueblo para una tarea
cada vez más indispensable: destruir el capitalismo como sistema
social para poner la riqueza y el poder en manos del pueblo.
Marchas de la Dignidad. Coordinadora Estatal.
Enero de 2017 (extracto)
No hay comentarios:
Publicar un comentario