sábado, 14 de mayo de 2016

Adilson Araújo: el gobierno golpista no merece ni respiro


Fue terminada por el Senado temprano el jueves 12 de mayo de, 2016, el golpe de estado encubierto que retira la acusación presidencia de Rousseff, poniendo a cargo del vicepresidente Michel Temer conspirador.
Bajo la dirección de Eduardo Cunha en la Cámara y Renan Calheiros en el Senado, el Congreso cometió una grave injusticia contra un presidente honesto, que no cometió ningún crimen, afrentar la Constitución y el Estado democrático de derecho, así como la confirmación del diagnóstico que nos los más reaccionarios Congreso en nuestra historia, al menos desde el golpe militar de 1964. Cunha, un notorio corrupto, hizo el trabajo sucio y fue defenestrado poco después, despedido como una cáscara de naranja.
El gobierno instalado en Brasilia con Temer por delante y muchas figuras estampadas con el sello de la corrupción, fue dedicado por las urnas. Cuenta con el apoyo de la gente y es rechazada por la mayor parte de los movimientos sociales, las fuerzas y personalidades democráticas, país patriótico y progresista.Carece de legitimidad, y todo esto será impugnada. No se merece ni respiro en las calles.
regresión neoliberal
Temer y su camarilla de traidores y oportunistas representan los intereses de la burguesía, los terratenientes y el imperialismo. Tales eran las clases sociales que eran (ahora como en 1964) detrás del intento de golpe, lo que apoyó y financió generosamente. Los medios de comunicación capitalista, que lleva un ADN anti-democrática y anti-nacional, jugó un papel clave, junto con si los sectores judiciales, el Ministerio Público y la Policía Federal.
Hay que recordar que la ofensiva conservadora para desestabilizar el gobierno de Dilma comenzó en 2013 después de las manifestaciones del mes de junio, que fueron manipulados por la derecha y siguió extraña campaña "no va a tener la Copa" y que se intensificó después de que el resultado de las elecciones de 2014, lo que Nunca fue aceptado por la oposición.
Derrotado en las urnas, el neoliberal de vuelta al poder por el golpe. El propósito declarado es detener el ciclo político iniciado por Lula después de las elecciones de 2002 y continuada por Dilma, guiada por un proyecto nacional democrático y popular con el fin de imponer la reacción neoliberal.
 CLT, pre-sal, movimientos sociales
El programa de los golpistas (que se explica en el documento titulado "puente hacia el futuro", el PMDB y los "15 puntos" del PSDB) es una amenaza para los derechos de la clase obrera (y no sólo los logros acumulados en los últimos 13 años), la la soberanía y la democracia nacional.
Temer promete derechos laborales más flexibles, la exposición de los contratos de trabajo a voluntad por el mercado se establece la primacía de la negociación en la ley. Es, en esencia, el mismo proyecto de reforma laboral enviada por el gobierno de FHC al Congreso Nacional, que alcanzó está aprobado en el Congreso, pero fue dejado de lado por Lula poco después de asumir el cargo en 2003. sería el final de la CLT.
Por esta y otras razones que Temer no será un puente hacia el futuro, ya que se propaga engañosamente sino un puente hacia el retroceso al pasado neoliberal que, según muchos enterrado. También aboga por la externalización generalizada de la economía y la fijación de la edad mínima para la jubilación. La subordinación de la Seguridad Social del Ministerio de Finanzas es relevadora las intenciones nefastas de que el capitán del golpe.
El gobierno de facto también afrenta a la soberanía nacional, indicando el objetivo de cambiar el marco regulatorio de la pre-sal y entregar nuestro petróleo a la libre explotación del capital extranjero. Con José Serra por delante de Itamaraty lo haremos, lo más probable, el vaciado del Mercosur, CELAC y BRIC, el abandono de la política de integración de América Latina y el restablecimiento de los pies descalzos subalternas a la diplomacia de Estados Unidos.
Por último, se espera una ofensiva autoritaria contra los movimientos sociales, que deben reaccionar con energía para el programa de retroceso que estafadores sirvientes de la burguesía y el imperialismo pretenden imponer. Seguramente que tratan de criminalizar las luchas y los movimientos sociales.
Pero no intimidar. No vamos a dar marcha atrás. No vamos a poner nuestros banners. Nuestro compromiso es el de intensificar los esfuerzos de sensibilización y movilización de la clase obrera y el pueblo brasileño contra la reacción neoliberal y en defensa de la democracia, CLT y la soberanía nacional. Temer a cabo!
Adilson Araújo, presidente de la CTB (Central de Trabajadores de Brasil)



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