La Federación Sindical Mundial, sus 100 millones de miembros y amigos, trabajadores militantes en todo el mundo, expresamos nuestra solidaridad internacionalista y nuestro apoyo a los trabajadores y pueblos de todos los países afectados por la pandemia del coronavirus.
Lo que se reafirma es que en tiempos de dificultades, como fenómenos naturales extremos, guerras, desastres, pandemias, son los trabajadores y los estratos pobres quienes están en la primera fila del peligro. Son Los empleados que pagan los efectos de la pandemia tanto en su salud como en sus derechos laborales, para que los grandes grupos empresariales, las multinacionales y las grandes empresas puedan garantizar su rentabilidad.
Desde los primeros días de la propagación del Coronavirus hasta ahora, en que muchos países cuentan miles de casos y víctimas, no se han detenido las violaciones de derechos, los despidos, las restricciones a los derechos sindicales y las libertades en contra de los trabajadores por parte de los gobiernos y empleadores que explotan la pandemia a fin de generalizar medidas y tácticas anti-laborales.
Desde principios del mes se han producido miles de despidos en sectores donde el volumen de negocios ha disminuido debido a la pandemia, como lo ilustra el ejemplo de Grecia, que mide 41,000 despidos en la primera quincena de marzo. En Austria, en marzo, 74,000 perdieron sus empleos, en Suecia la industria automotriz anunció la disponibilidad de 20,000.
Otras empresas han estado flexibilizando las horas de trabajo y obligan a los trabajadores a tomar licencias obligatorias, como lo han denunciado sindicatos tanto en Europa, en caso de Francia, como en América Latina, en países como Panamá y Venezuela. Aerolíneas como las colosales Turkish Airlines, Imperia, Lufthansa y Emirates han obligado a decenas de miles de trabajadores a tomar licencias obligatorias no remuneradas, amenazandolos con despidos, como lo han hecho agencias de viajes, hoteles y empresas de turismo en general. Muchas empresas, como se quejan los trabajadores en Italia, continúan operando normalmente sin las medidas de protección necesarias contra el Coronavirus para los trabajadores que se declararon en huelga en todo el país la semana pasada. En Perú, las compañías mineras también obligan a los trabajadores a trabajar sin ningún protocolo de seguridad. En Serbia, en Turquía, los sindicatos del transporte, del metal y de otros sectores demandan la aplicación de medidas de higiene y protección en el lugar de trabajo de inmediato. En Portugal, hace unos días, los trabajadores portuarios que estaban en huelga en el puerto de Lisboa, debido a la falta de medidas de protección elementales, fueron llamados por el estado que decretó la requisa civil del puerto.
Por otro lado, en las empresas donde el volumen de negocios está aumentando bruscamente debido a la pandemia del coronavirus, como Supermercados, etc., los empleados están forzados a intnesificar sus ritmos, conque se matan a trabajar y sufren accidentes y enfermedades en el lugar de trabajo. A menudo, estos no se registran por las Inspecciones de Trabajo, que en lugar de estar presentes y realizar controles intensivos frente a estas condiciones, estos servicios han cerrado. Es más, no se dan permisos ni descansos a los empleados, no hay información sobre casos de infección del virus en su lugar de trabajo, la patronal oculta dicha información para evitar la cuarentena a gran cantidad del personal.
En países como Palestina, las medidas para los trabajadores cuyos lugares de trabajo fueron cerrados debido al Coronovirus se resumen en un subsidio de hambre, mientras que las fuerzas israelíes continúan violando los derechos y también asesinan a los trabajadores palestinos. En Jordania y en otros lugares, existe una creciente preocupación por los no asegurados y los que trabajan en el mercado negro, que se encuentran sin salario y no tienen derecho a ninguna medida de apoyo, como sucede en muchos países con los desempleados de larga duración.
En India, los sindicatos condenan la actitud del gobierno de dejar a las masas de trabajadores sin ningún tipo de apoyo financiero, mientras existen deficiencias trágicas en los medios necesarios para tratar con el Coronavirus, como los respiradores médicos.
En los Estados Unidos, solo en Nueva York, en un solo día, se presentaron 21,000 solicitudes de desempleo, un número récord.
En África, los casos confirmados están aumentando gradualmente en más y más países del continente. Los trabajadores en Sudáfrica, el segundo país con incidencia más alta, exigen medidas de protección para los grupos más vulnerables de la población y aquellos que ya padecen otras enfermedades como el SIDA y tuberculosis. Las políticas de los gobiernos africanos, en su gran mayoría, junto con las multinacionales y los monopolios, son responsables de los graves problemas de supervivencia de los trabajadores y los estratos populares, pero también de las trágicas deficiencias en los sistemas de salud y la falta de acceso de la población en agua potable limpia y un hogar adecuado.
Así mismo, se violan los derechos de los propios trabajadores que están a la vanguardia de la batalla contra el Coronavirus, los médicos y otros trabajadores de la salud, ya que su trabajo se intensifica en la mayor medida debido a la falta de personal y el funcionamiento insuficiente de las estructuras de salud pública. El riesgo de exposición al coronavirus es alto, están obligados a trabajar incluso si están enfermos, no existen medidas de protección para los grupos vulnerables de los trabajadores de la salud. En países como Italia, donde corresponden a 300 camas por cada 100,000 habitantes, los trabajadores de la salud deben decidir qué pacientes salvar y a quién dejar sin la atención médica necesaria.
Hoy, en las condiciones de la pandemia, y mientras se despliega un aluvión continuo de ayuda a las grandes empresas con miles de millones ofrecidos en varios países, todos los puestos de trabajo perdidos deben asegurarse sin ningún término o condición. Retirar todos los cambios en las relaciones laborales, que los empleadores han realizado con la cobertura de los gobiernos.
La gran familia sindical de la FSM, las organizaciones sindicales miembros y amigos en los 5 continentes, no somos espectadores: ¡continuamos nuestro trabajo para proteger las vidas y los derechos laborales de los trabajadores!
Bajo estas circunstancias difíciles, encontramos las formas adecuadas para mantener informados a los trabajadores y seguir desempeñando nuestro papel. Continuamos la lucha diaria para defender nuestros derechos sin descuentos ni compromisos.
Los gobiernos están anunciando medidas contra la propagación del coronavirus, abogando por la responsabilidad individual. Sin embargo, se revela que las medidas de restricción de reuniones y las campañas de información para la implementación de medidas de higiene personal no pueden ocultar la insuficiencia de los sistemas de salud pública para cumplir con los requisitos de hospitalización y atención médica a causa del coronavirus. Insuficiencia resultante del debilitamiento consciente de todos los gobiernos (tanto socialdemócratas como neoconservadores).
-Los gobiernos tienen la responsabilidad principal de proporcionar servicios de salud públicos, gratuitos, de alta calidad y actualizados.
-Los gobiernos tienen la responsabilidad de detener la especulación de los capitalistas.
-Los gobiernos tienen la responsabilidad de prohibir los despidos y los recortes de salarios y derechos laborales.
En estos tiempos difíciles, estamos fomentando el internacionalismo y la solidaridad entre los trabajadores del mundo. Agradecemos la iniciativa cubana que envió a 52 médicos especializados a Italia para ayudar a tratar la pandemia.
Nadie solo!
¡Estamos luchando para defender nuestra salud y nuestros derechos! Estamos luchando por un sistema que priorice al hombre y sus necesidades y aproveche los logros de la ciencia para hacer frente a una pandemia u otro evento catastrófico de manera oportuna y planificada.
Felicitamos una vez más a los trabajadores que continúan, en estos tiempos difíciles, a mover las máquinas de la vida produciendo alimentos, medicamentos, transporte, comunicación, servicios e incluso con el riesgo de sus propias vidas.
¡VIVA LA SOLIDARIDAD INTERNACIONAL!
EL SECRETARIADO