*Foto de Manu García, La Voz del Sur.
No, no voy a hablar de fútbol, voy a hablar de manipulaciones y de tergiversación. Mi nombre es José Ramón Aragón y el pasado 29 de noviembre la empresa Setex Aparki, concesionaria del servicio de estacionamiento regulado del Ayuntamiento de Jerez de la Frontera me despidió tras 23 años de trabajo en este servicio. Este despido es el broche con el que Setex Aparki pretende cerrar su sistemática campaña de acoso a la que me ha sometido desde que se hiciera cargo del ORA el 1 de noviembre de 2014.
Desde el mismo 29 de noviembre estoy en lucha por la readmisión en mi puesto de trabajo. Las causas de este despido, según la empresa son fundamentalmente tres:
1) Una queja del delegado del personal, electo representante de los trabajadores en la empresa. Que por el momento no voy a abordar pero no descarto hacerlo en el futuro, si fuera necesario.
2) Mi inclusión en una candidatura a las elecciones al Parlamento Andaluz del 2 de diciembre pasado. Creo que no hacen falta comentarios.
3) La participación, estando de baja por depresión con tratamiento farmacológico, por posible mobbing laboral (según consta en los informes médicos) en actividades relacionadas con la práctica o el arbitraje de karate.
Desde el día 29 de noviembre mi preocupación es recuperar mi puesto de trabajo, desde esa fecha, con la ayuda de familiares, amigos y compañeros, me estoy moviendo para conseguir el objetivo. Tengo 53 años, 23 de los cuales he pasado trabajando en el ORA por lo que soy conocido por las zonas de aparcamiento regulado y por muchos de los trabajadores municipales... para mi sorpresa por varias fuentes diferentes me entero de que la versión que la empresa pretende imponer y está difundiendo es que he practicado y arbitrado karate como única razón esgrimida por la misma, dado que yo he cometido un fraude... ¿¡fraude!?. Voy a explicar, en las siguientes líneas, ese supuesto fraude.
Soy usuario de la Escuela Municipal de Karate de Jerez de la Frontera desde hace más de 20 años, en estos veinte años he ido formándome y evolucionando como karateca, como también he puesto mi grano de arena en la formación y evolución de otros karatecas, usuarios de la Escuela Municipal... sí, sí, Municipal, es decir del Ayuntamiento de Jerez de la Frontera.
Esta Escuela Municipal, por su concepción, no puede evaluar ni conceder grados, no puede participar en competiciones, por lo que sólo puede ofertar clases, horas en semana y nada más... poco atrayente e incluso frustrante para cualquier practicante de karate no poder evolucionar de grado ni medirse, para su mejora y crecimiento, con otros en competición ¿no les parece?.
Ante esta situación y por amor al karate nuestro Sensei, empleado municipal de deportes, decide crear un Club que inscribe en el Registro Andaluz de Entidades Deportivas, el Club de Karate Dakentai. Es mediante el Club como se estructuran la evaluación y reconocimientos de grados por la Federación Andaluza de Karate de los usuarios de la Escuela Municipal de Karate, es mediante el Club como los usuarios de la Escuela Municipal de Karate pueden asistir a eventos deportivos oficiales, es mediante el Club que se posibilita que el Ayuntamiento de Jerez haga recepciones oficiales a los usuarios de la Escuela Municipal de Karate que consiguen logros en los campenatos de Andalucía, de España e incluso en algunos torneos internacionales.
Soy responsable de dedicar tiempo y recursos para acudir a cursos de perfeccionamiento, de ayudar a otros compañeros y otras compañeras a preparar su examen, a pagar para intentar obtener y conseguir una titulación de arbitraje que posibilite que en Cádiz se realicen competiciones oficiales de karate (a las que también acuden usuarios de la Escuela Municipal de Karate), a desplazarme con mis medios a eventos por toda Andalucía para colaborar desinteresadamente en la celebración de torneos y campeonatos, a acudir junto al Club (que está integrado por los usuarios de la Escuela Municipal) a torneos benéficos como el de la Gala de Artes Marciales del Club Nazaret que la empresa cita en su pliego de cargos como algo a sancionar.
Mi periodo de baja por depresión no me lo he concedido ni diagnosticado yo, tampoco me he recetado los antidepresivos, ni me he recomendado a mí mismo "hacer vida normal", lo que si he hecho yo durante ese tiempo es seguir colaborando dentro de lo posible, como siempre, en el desarrollo y la implantación del karate como un elemento positivo para la sociedad, en beneficio también de la Escuela Municipal de Karate, que transmite valores como el respeto, la disciplina, la humildad, la paz, el compañerismo... entre otros, para no encerrarme en los oscuros y nefastos pensamientos que me produce pensar como Setex Aparki se ha comportado con mi persona desde que aterrizara en Jerez de la Frontera, algo que no es corto de contar y que daría para un libro.
Por último me gustaría agradecer a mi Sensei todo lo que hace por nosotros y por el karate. También para pedirle a la alcaldesa de Jerez, Mamen Sánchez, que no deje que una empresa arruine la vida de un padre de familia tras 23 años de trabajo para este Ayuntamiento.