Los docentes y sus sindicatos en toda Bélgica exigen aulas más pequeñas, cargas de trabajo más ligeras, relajación del trabajo no académico, más inversiones y contratación en el sector.
El defectuoso sistema de evaluación del personal propuesto en el ‘Pacto por la Excelencia Docente’ tiene como objetivo instalar de forma permanente la gestión privada en la educación con planes piloto que aumentarán la carga de trabajo y la explotación de los docentes. y desviarlos de sus misiones educativas. Ahora, con la llegada del invierno piensan apagar la calefacción en algunos pasillos por la escasez de combustible.
Los sindicatos de educadores también han hecho un llamado a movilizarse para una huelga nacional planeada por las federaciones sindicales el 9 de noviembre exigiendo aumentos salariales y medidas para abordar la actual crisis del costo de vida.
La FSM apoya sus justas reivindicaciones e intensifica su lucha por una educación universal, pública, gratuita y adecuada para todos.
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