02 Apr 2020
A los trabajadores de México ante la pandemia de COVID-19
La Coordinadora Sindical Unitaria de México expresa ante la clase trabajadora de nuestro país lo siguiente:
En la actual situación generada por la pandemia del COVID-19 ha quedado en evidencia el colapso de la seguridad social que incluye el derecho a la salud de los trabajadores y sus familias. Hoy lo que resalta por todos lados es el deficiente sistema de salud pública que la clase trabajadora ha padecido desde hace ya varios decenios. Es a toda luz evidente que las 4 mil 291 camas de terapia intensiva y los 2 mil 53 ventiladores que funcionan en el sistema de salud público se quedan pasmosamente cortos frente a los pronosticados 45 mil 092 pacientes que pudieran necesitar hospitalización en un periodo breve. Lo mismo vale para los 4 millones 758 mil 105 cubre bocas en reserva que no alcanzarían a abastecer al personal médico por 12 semanas, no se diga de otros insumos que se hayan en reservas aún más críticas.
Y sobre nosotros siguen recayendo los males ocasionados por la privatización de la seguridad social. A la crisis de salud que ya se vivía, con la deficiencia de servicios y carencias de medicamentos para atender la demanda cotidiana, ahora con esta pandemia se recarga sobre nuestros hombros una crisis económica que ya veníamos padeciendo pero que se agudizará sin lugar a dudas por un periodo largo y las pensiones y las jubilaciones conculcadas e intercambiadas por dádivas gubernamentales serán insuficientes para satisfacer el costo de la canasta básica y otros gastos a cubrir mientras el gobierno pretende imponer restricciones a la movilidad social.
Son insuficientes también las medidas emergentes tomadas por el gobierno. Declarar que el gobierno dispondrá de la red de hospitales privados no es garantía de que así se hará, por tal razón afirmamos que la clase trabajadora debe presionar y hacer valer estas medidas, todas las que contempla la Ley Federal del Trabajo, y todas las que su necesidad imponga, para evitar que la voracidad de la patronal y los monopolios se burlen de nosotros.
Sin la expropiación del Sistema de Salud privado, sin una partida presupuestal de emergencia, sin la contratación masiva de personal médico, sin revertir los recortes en investigación, sin la utilización masiva de tecnología como la impresión 3D para generar las reservas de insumos, sin alterar el régimen de propiedad y trabajo de la industria clave y de todos los medios necesarios para el combate a la enfermedad, sin la colaboración con los países con experiencias de construcción socialista que han enfrentado con éxito la pandemia, sin todo ello no se puede preservar la salud de los trabajadores y todas las medidas del gobierno quedarán en pantomima. De ninguna manera los trabajadores cargaremos como responsabilidad individual lo que es responsabilidad del sistema económico que nos rige. Es una cuestión de vida o muerte para miles de trabajadores en estos momentos.
En los centros de trabajo los trabajadores deben organizarse para defender sus derechos laborales, con el sindicato, sin el sindicato o a pesar del sindicato. Exigir a la patronal que provea los insumos y asuma el costo de las prevenciones sanitarias contra el COVID-19 debe ser una prioridad.
Por el momento las palabras de solidaridad, de colaboración de clases, de “enfrentar juntos” la pandemia se han transformado en fuertes ataques contra la clase obrera, contra el valor de su fuerza de trabajo, contra los ingresos de sus familias. En cuestión de horas son millones de proletarios los que enfrentan despidos, descansos sin salarios, vacaciones forzosas sin goce de sueldo, convenios para modificar sus condiciones de trabajo, etc. Desvalorización de su fuerza de trabajo para los 7 millones de trabajadores organizados, sumirse en el hambre y la miseria para más de 30 millones de trabajadores informales y sin organización. Llamamos a los sindicatos, a las organizaciones obreras, grupos, corrientes, etc., a luchar de manera común contra tales abusos, llamamos igualmente a los obreros sin organización a agruparse rápidamente en coalición con sus compañeros pisoteados, despedidos, presionados, etc. Llamamos a todos a que este 1° de Mayo, al finalizar la contingencia, irrumpamos y nos levantemos con toda la fuerza para someter a estos explotadores. Seguiremos trabajando porque producto de la discusión fraterna, la unidad de acción por la base, la concientización, podamos arribar a un programa de demandas comunes en un Encuentro Sindical Nacional.
Evitar la especulación y el acaparamiento de los productos básicos así como demandar la suspensión de pagos de servicios públicos y la garantía de que no dejarán de funcionar debe ser una exigencia de los trabajadores y la vigilancia de su cumplimiento debe recaer en los Comités de Solidaridad Obrera y Popular. Llamamos a todos los trabajadores que se encuentran en sus hogares a conformar tales Comités.
Se insta a los sindicatos, corrientes sindicales y sindicalistas en lo individual que pertenecen a las filas de la CSUM a encabezar estas demandas ante el movimiento obrero y sindical de nuestro país. Llamamos igualmente a los compañeros inmersos en procesos de organización de secciones sindicales a acelerar las labores ante las duras pruebas que la realidad descarga sobre millones de proletarios. La agrupación de sus compañeros de trabajo debe terminar de formalizar las secciones y sellar su decisión por controlar la vida sindical de sus centros de trabajo. La ANADT toma medidas de urgencia para fortalecerse y tejer sus redes en los estados, les llamamos a incorporar rápidamente a todos cuántos voluntariamente puedan cumplir las tareas propias de la Asociación.
Nos solidarizamos con nuestros compañeros trabajadores de la salud de las organizaciones hermanas Resistencia IMSS, el Sindicato Nacional Libre de Trabajadores del IMSS, a los sindicalistas con perspectiva clasista que están al frente de Secciones combativas de los Sindicatos de Salud o que dan la lucha al interior de los mismos. Extendemos a todos los heroicos trabajadores de la salud del sistema público que, a riesgo de sus vidas por las condiciones precarias en que trabajan, se mantienen en la primera línea de fuego por la contingencia por la pandemia del COVID-19. Llamamos al resto del proletariado a prestarles auxilio, alivio y apoyo en su día a día, a facilitarles con creatividad y solidaridad el transporte, la alimentación, el acopio de víveres, la seguridad, los servicios básicos, etc. Nos solidarizamos con los verdaderos trabajadores de la salud del sistema privado, que trabajan en condiciones aún más precarias ya que muchos laboran sin prestaciones y sin organización y serán sometidos a jornadas extenuantes en este periodo.
Nos solidarizamos también con todos los trabajadores que están siendo afectados ya por el COVID-19, les deseamos una pronta recuperación y llamamos a sus familias a sumarse a estas exigencias.
Ya los trabajadores tenemos suficiente con el hambre, la miseria, con el precio total de la canasta básica. El costo de esta pandemia lo tienen que pagar quienes se benefician con el producto de nuestro trabajo.
Nada podemos esperar de un gobierno al servicio de los capitalistas. Los monopolios sólo verán por sus intereses. O ellos, o nosotros.
En la actual situación generada por la pandemia del COVID-19 ha quedado en evidencia el colapso de la seguridad social que incluye el derecho a la salud de los trabajadores y sus familias. Hoy lo que resalta por todos lados es el deficiente sistema de salud pública que la clase trabajadora ha padecido desde hace ya varios decenios. Es a toda luz evidente que las 4 mil 291 camas de terapia intensiva y los 2 mil 53 ventiladores que funcionan en el sistema de salud público se quedan pasmosamente cortos frente a los pronosticados 45 mil 092 pacientes que pudieran necesitar hospitalización en un periodo breve. Lo mismo vale para los 4 millones 758 mil 105 cubre bocas en reserva que no alcanzarían a abastecer al personal médico por 12 semanas, no se diga de otros insumos que se hayan en reservas aún más críticas.
Y sobre nosotros siguen recayendo los males ocasionados por la privatización de la seguridad social. A la crisis de salud que ya se vivía, con la deficiencia de servicios y carencias de medicamentos para atender la demanda cotidiana, ahora con esta pandemia se recarga sobre nuestros hombros una crisis económica que ya veníamos padeciendo pero que se agudizará sin lugar a dudas por un periodo largo y las pensiones y las jubilaciones conculcadas e intercambiadas por dádivas gubernamentales serán insuficientes para satisfacer el costo de la canasta básica y otros gastos a cubrir mientras el gobierno pretende imponer restricciones a la movilidad social.
Son insuficientes también las medidas emergentes tomadas por el gobierno. Declarar que el gobierno dispondrá de la red de hospitales privados no es garantía de que así se hará, por tal razón afirmamos que la clase trabajadora debe presionar y hacer valer estas medidas, todas las que contempla la Ley Federal del Trabajo, y todas las que su necesidad imponga, para evitar que la voracidad de la patronal y los monopolios se burlen de nosotros.
Sin la expropiación del Sistema de Salud privado, sin una partida presupuestal de emergencia, sin la contratación masiva de personal médico, sin revertir los recortes en investigación, sin la utilización masiva de tecnología como la impresión 3D para generar las reservas de insumos, sin alterar el régimen de propiedad y trabajo de la industria clave y de todos los medios necesarios para el combate a la enfermedad, sin la colaboración con los países con experiencias de construcción socialista que han enfrentado con éxito la pandemia, sin todo ello no se puede preservar la salud de los trabajadores y todas las medidas del gobierno quedarán en pantomima. De ninguna manera los trabajadores cargaremos como responsabilidad individual lo que es responsabilidad del sistema económico que nos rige. Es una cuestión de vida o muerte para miles de trabajadores en estos momentos.
En los centros de trabajo los trabajadores deben organizarse para defender sus derechos laborales, con el sindicato, sin el sindicato o a pesar del sindicato. Exigir a la patronal que provea los insumos y asuma el costo de las prevenciones sanitarias contra el COVID-19 debe ser una prioridad.
Por el momento las palabras de solidaridad, de colaboración de clases, de “enfrentar juntos” la pandemia se han transformado en fuertes ataques contra la clase obrera, contra el valor de su fuerza de trabajo, contra los ingresos de sus familias. En cuestión de horas son millones de proletarios los que enfrentan despidos, descansos sin salarios, vacaciones forzosas sin goce de sueldo, convenios para modificar sus condiciones de trabajo, etc. Desvalorización de su fuerza de trabajo para los 7 millones de trabajadores organizados, sumirse en el hambre y la miseria para más de 30 millones de trabajadores informales y sin organización. Llamamos a los sindicatos, a las organizaciones obreras, grupos, corrientes, etc., a luchar de manera común contra tales abusos, llamamos igualmente a los obreros sin organización a agruparse rápidamente en coalición con sus compañeros pisoteados, despedidos, presionados, etc. Llamamos a todos a que este 1° de Mayo, al finalizar la contingencia, irrumpamos y nos levantemos con toda la fuerza para someter a estos explotadores. Seguiremos trabajando porque producto de la discusión fraterna, la unidad de acción por la base, la concientización, podamos arribar a un programa de demandas comunes en un Encuentro Sindical Nacional.
Evitar la especulación y el acaparamiento de los productos básicos así como demandar la suspensión de pagos de servicios públicos y la garantía de que no dejarán de funcionar debe ser una exigencia de los trabajadores y la vigilancia de su cumplimiento debe recaer en los Comités de Solidaridad Obrera y Popular. Llamamos a todos los trabajadores que se encuentran en sus hogares a conformar tales Comités.
Se insta a los sindicatos, corrientes sindicales y sindicalistas en lo individual que pertenecen a las filas de la CSUM a encabezar estas demandas ante el movimiento obrero y sindical de nuestro país. Llamamos igualmente a los compañeros inmersos en procesos de organización de secciones sindicales a acelerar las labores ante las duras pruebas que la realidad descarga sobre millones de proletarios. La agrupación de sus compañeros de trabajo debe terminar de formalizar las secciones y sellar su decisión por controlar la vida sindical de sus centros de trabajo. La ANADT toma medidas de urgencia para fortalecerse y tejer sus redes en los estados, les llamamos a incorporar rápidamente a todos cuántos voluntariamente puedan cumplir las tareas propias de la Asociación.
Nos solidarizamos con nuestros compañeros trabajadores de la salud de las organizaciones hermanas Resistencia IMSS, el Sindicato Nacional Libre de Trabajadores del IMSS, a los sindicalistas con perspectiva clasista que están al frente de Secciones combativas de los Sindicatos de Salud o que dan la lucha al interior de los mismos. Extendemos a todos los heroicos trabajadores de la salud del sistema público que, a riesgo de sus vidas por las condiciones precarias en que trabajan, se mantienen en la primera línea de fuego por la contingencia por la pandemia del COVID-19. Llamamos al resto del proletariado a prestarles auxilio, alivio y apoyo en su día a día, a facilitarles con creatividad y solidaridad el transporte, la alimentación, el acopio de víveres, la seguridad, los servicios básicos, etc. Nos solidarizamos con los verdaderos trabajadores de la salud del sistema privado, que trabajan en condiciones aún más precarias ya que muchos laboran sin prestaciones y sin organización y serán sometidos a jornadas extenuantes en este periodo.
Nos solidarizamos también con todos los trabajadores que están siendo afectados ya por el COVID-19, les deseamos una pronta recuperación y llamamos a sus familias a sumarse a estas exigencias.
Ya los trabajadores tenemos suficiente con el hambre, la miseria, con el precio total de la canasta básica. El costo de esta pandemia lo tienen que pagar quienes se benefician con el producto de nuestro trabajo.
Nada podemos esperar de un gobierno al servicio de los capitalistas. Los monopolios sólo verán por sus intereses. O ellos, o nosotros.
Atentamente
¡Reducir la explotación el presente de la lucha,
abolir la explotación el futuro de la lucha!
abolir la explotación el futuro de la lucha!
El Comité Ejecutivo Nacional
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