sábado, 19 de mayo de 2018

CTA Cádiz ante la muerte de dos trabajadores en el tajo, en el polígono industrial del Río San Pedro

CUANDO SALES DE CASA Y NO VUELVES
Este viernes, 18 de mayo, sobre las 08:10 de la mañana, dos obreros, de 31 y 46 años, fallecían en un taller del
polígono industrial Río San Pedro, en Puerto Real, al caérseles encima una plataforma metálica de grandes
dimensiones. Desde la Coordinadora de Trabajadores de Andalucía hacemos llegar  nuestras más profundas
condolencias a los familiares de estos dos compañeros fallecidos.
La muerte de estos dos  compañeros incrementan dramáticamente la cifra de accidentes laborales  mortales
en lo que va de año. Según datos obtenidos del Ministerio de Empleo y Seguridad Social, en el estado español,
entre enero y marzo de 2018, se han producido 142.621 accidentes laborales, de los que 921 han sido
considerados graves y 122 mortales (115 trabajadores y 7 trabajadoras).  ¡Ciento veintidós muerto en apenas
tres meses!
Esta cifra de bajas entre las filas de la clase obrera es intolerable. El trabajo a destajo, la presión de las contratas
y subcontratas por acortar los tiempos de producción, la merma en medidas de seguridad, el desinterés de la
patronal hacia la vida e integridad física de los trabajadores, pendiente solo de su tasa de beneficio y sus
chanchullos, etc., son algunas de las causas que provocan esta altísima tasa de siniestralidad.
Aún desconocemos las causas exactas que han provocado este terrible accidente, pero si sabemos los riesgos
que todo trabajador o trabajadora corre cuando sale de casa para vender su fuerza de trabajo. También sabemos
que esos riesgos pueden minimizarse si la medidas de seguridad se cumplieran a rajatabla; si el empresario,
responsable de la integridad física de los obreros que emplea, no escatimase presupuesto en seguridad
y formación, no impusiese directa o indirectamente ritmos de producción abusivos y, en definitiva, no utilizase
a los obreros como herramientas sustituibles.
Desde CTA exigimos que se cumplan los planes de seguridad en las empresas y tajos, que se doten de los
medios de protección, personales y colectivos, a los trabajadores y trabajadoras, que se imparta la formación
necesaria y adecuada, no el paripé que normalmente se hace, que los inspectores de trabajo dejen sus
despachitos y vigilen in situ el cumplimiento de las normas de prevención de riesgos laborales y la situación
real de los obreros y obreras.
¡NI UN MUERTO OBRERO MÁS!


18 de mayo de 2018


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