jueves, 22 de junio de 2017

Declaración de la FSM en el Día Mundial del Refugiado


La Federación Sindical Mundial con motivo del Día Mundial del Refugiado, el 20 de de junio de 2017, expresa su firme solidaridad internacionalista con los millones de refugiados y desplazados que se ven obligados a abandonar sus países, sus hogares debido a las guerras imperialistas y conflictos.
Este año la situación es peor que nunca, con 65,6 millones de personas desplazadas en todo el mundo, de los cuales 22,5 millones son refugiados. Todos los trabajadores, ya sean extranjeros o locales son hermanos de clase y nuestras luchas son comunes, sin importar la nacionalidad, la raza, el color de la piel o la religión son.
La FSM hace un llamamiento a la clase obrera internacional, para mantener a expresar su solidaridad con los inmigrantes y refugiados, sobre todo ahora, cuando las guerras imperialistas y la agresión han creado enormes olas de refugiados.
La Federación Sindical Mundial con su posición y la acción antiimperialista e internacionalista denuncia la política asesina e hipócrita de la Unión Europea y sus gobiernos y las luchas por la eliminación de la agresividad contra el pueblo del norte de África y Oriente Medio, para la disolución de la OTAN y de la utilización de los recursos naturales por parte de las personas por sus propios intereses y para el desarrollo popular que traerá la reconstrucción y la prosperidad del pueblo.
Exigimos el cese inmediato de todas las intervenciones imperialistas. Nos preguntamos de las organizaciones internacionales para apoyar a los países de origen de los inmigrantes económicos y políticos de los refugiados.
En base a esto, el FSM llama a: 
• La abolición de la Dublín y el Tratado de Schengen, el Frontex y todos los mecanismos represivos. 
• Detener las medidas de la Unión Europea para la represión en las fronteras. 
• Finalizar ahora las intervenciones imperialistas de la UE y EE.UU.-OTAN. 
• La transferencia directa de los refugiados de las islas y los puntos de entrada a los países de su destino final. 
• Aumento del personal y la infraestructura para el rescate, el registro de identificación, el alojamiento, la alimentación, la atención médica y la transferencia segura de las personas. Una vivienda digna para todos los refugiados, la educación para sus hijos menores de responsabilidad del Estado. 
• Creación de centros dignas de bienvenida y hospitalidad



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