jueves, 18 de febrero de 2016

Las "Rentas Básicas"

La Lucha de la Clase Obrera, el único camino

JLG (CSU-Extremadura)

El origen teórico – Renta Básica Universal

Esta propuesta surge de elementos de la autodenominada “intelectualidad”, filósofos, académicos, etc. Provenientes de lo que podría considerarse  como “posmodernismo”, corriente ideológica que experimentó un especial impulso a raíz de los procesos contrarrevolucionarios en el Este de Europa y que en general ensalza lo individual frente a lo colectivo, sustenta lo que se teorizó como “el fin de la Historia”, es decir,  la asunción del sistema capitalista como algo definitivo e inmutable. También la superación del concepto de clases sociales y por lo tanto de la lucha de clases, la desaparición de la Clase Obrera y la sustitución de estos conceptos por los de “multitud”, “gente” o “ciudadanía”. Algo que políticamente se materializó en España fundamentalmente, aunque no exclusivamente, en movimientos pequeño-burgueses “ciudadanistas” como el llamado 15 M que a su vez derivó en Podemos.

Este concepto de Renta Básica Universal, según definición de sus propios promotores, consiste en:

“La renta básica universal (RB) o ingreso ciudadano (IC) es un ingreso pagado por el estado, como derecho de ciudadanía, a cada miembro de pleno derecho o residente de la sociedad incluso si no quiere trabajar de forma remunerada, sin tomar en consideración si es rico o pobre o, dicho de otra forma, independientemente de cuáles puedan ser las otras posibles fuentes de renta, y sin importar con quién conviva”

Como vemos, el concepto en sí mismo obvia la existencia de clases sociales, sus condiciones de vida y las contradicciones entre estas. Pero detrás de esto hay además  concepciones verdaderamente perversas e indecentes.

Ellos realmente le están “solicitando” a las oligarquías, a las multinacionales de los “países desarrollados”, es decir, del Centro Imperialista, que sean “buenos” y “generosos” y que repartan entre sus “ciudadanos” por igual, una parte del botín extraído de la explotación y el saqueo de los pueblos de los países dependientes. Explotación y saqueo que se garantiza mediante el genocidio de estos pueblos si es necesario y que provocan las hambrunas y conflictos armados en el mundo.

Esto es lo que proponen estos “bienpensantes” y “caritativos” intelectualoides burgueses. Y ellos son perfectamente conscientes de esto. Otra cosa son aquellos individuos con buena fe, con sensibilidad social, pero que han involucionado desde la ideología social clasista, desde el análisis científico de la Historia y de la realidad social,  hasta este engendro idealista “ciudadanista”, producto, en muchos casos, de su propia derrota ideológica personal.

La realidad – Renta Básica de Inserción

Lo que realmente se aplica en la práctica, con variaciones según la comunidad autónoma, es la llamada “Renta Básica de Inserción”, que no es más que un ínfimo subsidio de supervivencia aplicable teóricamente a casos extremos de exclusión social.

Esto, que no es nada nuevo, se aplica, no por ninguna “sensibilidad social” de las administraciones ni, por desgracia, tampoco es resultado de la movilización masiva de los sectores de la clase trabajadora afectados. El Régimen intenta evitar conflictos sociales y contra la sacrosanta propiedad, derivados de la situación de desesperación de sectores cada vez mas amplios de la sociedad. El objetivo real es el “adormecimiento” de estos sectores y su neutralización en la Lucha de Clases.

La llamada “Renta Básica de Inserción” no es mas que un ridículo sucedáneo de subsidio social que solo llega a una mínima parte de trabajadores desempleados sin prestación ni subsidio de desempleo y cuya implementación es confusa,  arbitraria y subjetiva, dependiendo los criterios para su adjudicación de cada administración autonómica y local y de los fondos disponibles.

Por si fuera poco, en muchos casos tanto desde la Seguridad Social como de Hacienda se permiten embargar sin ningún escrúpulo este supuesto subsidio, a pesar de que está expresamente prohibido por ley. Es un caso más de esa prevaricación impune bastante generalizada en los distintos aparatos del Estado en este país.

En otros casos, a los perceptores de esta “Renta” se les obliga a trabajar en instituciones públicas sin ninguna remuneración adicional. Realizan el mismo trabajo que el resto de trabajadores del servicio pero percibiendo la mitad de la remuneración.

La propuesta desde una perspectiva Clasista

La reivindicación desde el Sindicalismo de Clase y en general desde lo que se conoce como Movimiento Obrero ha sido, desde sus orígenes, invariablemente la misma: TRABAJO. Porque el trabajo no es ni un privilegio ni una concesión. Es un DERECHO, y como tal debe exigirse su cumplimiento.

No admitimos que el desempleo sea una fatalidad inevitable ni algo que pueda considerarse “natural”. El desempleo es consecuencia directa e inevitable de la propiedad privada de los medios de producción. Los propietarios privados de estos medios se guían exclusivamente por su ambición de seguir enriqueciéndose a cualquier coste. Es más, necesitan una cantidad mínima de desempleo estructural para que, mediante la competencia entre los trabajadores, los costes de mano de obra se mantengan lo más bajos posibles.

La obtención de beneficios (plusvalía) es lo único que guía a los poseedores de los medios de producción, pero de una manera hasta cierto punto inconexa, anárquica. Esta falta de planificación de la economía es lo que provoca las Crisis Económicas que tan graves consecuencias tienen para los trabajadores. Por lo tanto, la aspiración estratégica del Sindicalismo de Clase es la Propiedad Social de los Medios de Producción como condición imprescindible para la consecución del pleno empleo para todos los trabajadores.

Pero, mientras tanto, debemos trabajar por mejorar las condiciones de vida y de trabajo de la Clase Obrera. Debemos EXIGIR trabajo a los responsables de los distintos gobiernos. Planes de Trabajo Público de aplicación inmediata a través de las distintas administraciones. Planes como el extinto “Empleo Comunitario” para los trabajadores agrícolas, a través del cual se le garantizaban 16 días de trabajo mensuales en los ayuntamientos a todos los obreros agrícolas, remunerados conforme al correspondiente Convenio Colectivo del Campo. Este sistema fue liquidado en 1984 con la colaboración necesaria de esas instituciones corruptas autodenominadas “sindicatos mayoritarios”.

Se sustituyó por un sistema asistencial llamado PER y ahora AEPSA, que generó los mismos problemas de perversión, corrupción e injusticias que la llamada “renta básica de inserción”.

Con este sistema se “pervirtió” la conciencia de clase de gran parte de jornaleros, se les desorganizó y se consiguió su adaptación a una vida asistencial, miserable pero cómoda. Fue el principio del fin del Movimiento Jornalero en Extremadura y Andalucía. Estos mismos fines se persigue con la llamada “renta básica” sobre todo entre los jóvenes.

Por lo tanto y resumiendo, desde el Sindicalismo de Clase la posición debe ser:

- Rechazo absoluto de la Renta Básica Universal por reprobable e indecente, además de idealista e inviable.

- Rechazo de la llamada “Renta Básica de Inserción” por ínfima, insuficiente, de aplicación subjetiva, arbitraria y abusiva y por generar la adaptación, adormecimiento y desorganización de los trabajadores.

- Exigencia de Trabajo como Derecho inalienable de todos los trabajadores.

- Exigencia de Planes de Empleo Público para desempleados ejecutados de forma inmediata por las distintas administraciones.

- En última instancia, implantación de un Subsidio de Desempleo DIGNO para todos aquellos trabajadores a los que no se les garantice un empleo.






No hay comentarios:

Publicar un comentario