La decisión de los líderes de la UE para un nuevo paquete de sanciones financieras que incluye también la prohibición de importar a la UE petróleo de Rusia, está lejos de considerarse un gesto dirigido a la pacificiación más breve posible.
Queda claro que el resultado de esta táctica es todo lo contrario; tales decisiones de guerra económica simplemente aumentan las tensiones, refuerzan la lógica del militarismo y alimentan a los nacionalistas y los belicistas.
Las consecuencias de estas decisiones están cargadas de manera inaguantable sobre las espaldas de los trabajadores y del pueblo que ve aplastados sus ingresos por la carrera incesante de la carestía de vida y la inflación. Los grandes grupos monopolistas de la alianza occidental vuelven a acumular riquezas a costa de los trabajadores, en un clima de Guerra Fría que se consolida y fortalece sistemáticamente, con todos los peligros para la paz y la seguridad mundiales.
Es evidente el esfuerzo por utilizar la crisis y la guerra para expandir y ampliar la OTAN, con todo lo que ello conlleva para la paz y la seguridad mundiales.
La FSM expresa una fuerte oposición a la lógica de la guerra económica y condena el intento de escalar el conflicto a través de enormes paquetes de ayuda militar.
La FSM exige el desmantelamiento de la OTAN y de todas las alianzas militares, la destrucción de las armas nucleares y el levantamiento de las sanciones y bloqueos ilegales impuestos sistemáticamente a los estados que no cumplen con los requisitos de EE.UU. y la OTAN.
La FSM insta a las organizaciones internacionales a movilizarse por la desescalada y con el objetivo de alentar y fortalecer la diplomacia para lograr la pacificación y el cese de hostilidades lo antes posible.
Oficinas Centrales de la FSM
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